Un proyecto integral, que combina la generación de energía renovable (central microhidroeléctrica) y el apoyo a la cadena de valor del café (beneficio de café), tendrá un impacto social notable en la congregación Salvador Díaz Mirón y sus alrededores, mejorando las condiciones de vida de los habitantes y fomentando un desarrollo equilibrado y sostenible.
Por: Daniel Tristán
Historia y antecedentes del Proyecto
Hace muchos años, una persona adinerada instaló una hidroeléctrica en la congregación Salvador Díaz Mirón, en el municipio de Misantla, de la cual sólo quedó una rueda. Recientemente, el maestro Gastón López Mendoza decidió retomar la idea de una microhidroeléctrica y se reunió con el ingeniero Carlos Andrés Morales Mar, director corporativo de operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para discutir su viabilidad. Así comenzó un proceso de organización y colaboración interinstitucional con la respuesta favorable de Morales.
Fue entonces que, en junio de 2022, la CFE se acercó a esta congregación, a través del secretario de SEDESOL, el ingeniero Guillermo Fernández Sánchez, con el objetivo de desarrollar esta central microhidroeléctrica y aprovechar el potencial hídrico de la zona y, a su vez, proporcionar una fuente de energía confiable y económica. No obstante, la entonces secretaria de Energía, ingeniera Rocío Nahle, subrayó la necesidad de que el proyecto tuviera un impacto social significativo, especialmente para los productores de café, uno de los cultivos principales de la región.
Como resultado, el proyecto evolucionó para incluir no sólo la central microhidroeléctrica, sino también la construcción de un beneficio de café. De esta manera, se buscaba mejorar las condiciones de producción y procesamiento del café, impulsando el desarrollo económico local y generando nuevas oportunidades de empleo.
Mariana Ortiz Melo, especialista de la SEDESOL en el Territorio 07 «Mariano de la Fuente y Alarcón» de Martínez de la Torre, fue designada para encabezar el trabajo del diagnóstico comunitario y participativo de este proyecto.
Proceso de diagnóstico y participación de SEDESOL
Este diagnóstico comunitario realizado por la SEDESOL fue un componente decisivo para la aprobación del proyecto con una inversión de 7 millones de pesos del Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (FOTEASE) de la SENER. Mariana y su equipo de sembradores territoriales trabajaron estrechamente con la comunidad, recorriendo el área y dialogando con sus habitantes.
«Desde el inicio del proyecto, realizamos visitas para conocer la comunidad y establecer un vínculo con los habitantes. Siempre buscamos un trato cercano y horizontal, evitando formalismos innecesarios. Esta estrategia fue clave para generar confianza y abrir una comunicación cercana y sincera», comenta Mariana Ortiz Melo.
El Licenciado Antonio Morales Molina, subsecretario de Desarrollo Social y Humano, también jugó un papel fundamental en el proceso. Durante la primera visita de reconocimiento, Antonio acompañó al equipo, ayudando a establecer relaciones con la comunidad y asegurando que las inquietudes de sus habitantes fueran atendidas adecuadamente. Su experiencia y habilidades en mediación fueron vitales para superar los obstáculos iniciales y facilitar la colaboración entre la comunidad y las entidades involucradas.
Desafíos y soluciones implementadas
Uno de los mayores desafíos fue obtener los permisos de uso de suelo necesarios para la instalación de la central microhidroeléctrica y la infraestructura de distribución de energía. Mariana explica que hubo un proceso de convencimiento a través del diálogo con los propietarios de los terrenos, logrando finalmente que nueve personas otorgaran los permisos requeridos.
La SEDESOL ha jugado también un papel clave en identificar la necesidad de capacitación para los productores de café. Mariana ha organizado sesiones de trabajo con la Sociedad Cooperativa de Café «Oro Molido el Salto» para mejorar la calidad del café, enfocándose en la producción orgánica. Estas capacitaciones buscan no sólo aumentar la calidad del producto, sino también garantizar un impacto ambiental positivo al reducir el uso de agroquímicos.
Impacto social, económico y ambiental del proyecto
El proyecto tendrá un profundo efecto transformador en la comunidad al proporcionar energía confiable y de bajo costo, mejorando así las condiciones de producción de café. La central microhidroeléctrica no sólo generará energía, sino que también garantizará que el agua desviada sea tratada adecuadamente antes de ser devuelta a su cauce, minimizando así el impacto ambiental.
El beneficio del café incluye la instalación de un biodigestor, diseñado por el Tecnológico de Misantla, que transforma la pulpa del café en biogás y abono orgánico. Este sistema innovador no sólo reduce los desechos, sino que también proporciona una fuente de energía adicional para las operaciones de secado del café.
Mariana destaca que la formación de una sociedad cooperativa ha sido fundamental para el éxito del proyecto. “Un total de 264 productores se han censado para asociarse y formar parte de esta cooperativa, que fue creada para procesar entre 850 y 1,000 quintales de café por cosecha, cantidad que corresponde a la producción total de estos productores”.
Inicialmente conformada por nueve socios, el tamaño actual de esta estructura cooperativa asegura que los beneficios económicos del proyecto se distribuyan equitativamente entre los miembros de la comunidad.
«La CFE gestiona y supervisa estos proyectos, pero la comunidad será la única propietaria de la microhidroeléctrica y del beneficio de café», señala Ortiz Melo.
Próxima inauguración y replicabilidad
Con la central microhidroeléctrica en sus últimos detalles y el beneficio del café en fase final de capacitación, el proyecto en Salvador Díaz Mirón está a punto de inaugurarse en los próximos dos meses. Se espera que la gobernadora electa, Rocío Nahle García, sea quien corte el listón de apertura. Además, Ortiz Melo confía en que este modelo puede replicarse en otras comunidades de Veracruz y más allá.
Un ejemplo de esta replicabilidad acaba de ser aprobado en Cuahuixtlahuac, Zongolica, donde se combinarán también una central microhidroeléctrica y un beneficio de café. Este nuevo proyecto, con una inversión de 29 millones de pesos, promete ofrecer energía y desarrollo económico a esta comunidad remota.
«Formar parte de un trabajo interinstitucional como éste, nos ha brindado una experiencia enriquecedora y gratificante. El proceso de aprendizaje adquirido nos permite replicar este modelo exitoso en más municipios de Veracruz, generando un impacto positivo en otras comunidades que lo requieran», concluye Mariana Ortiz.