Por: Circuito Presidentes
La importancia del Tren Interoceánico para México radica de entrada en la reactivación de las líneas del ferrocarril, como transporte de pasajeros, locomoción que, en consecuencia, da impulso al transporte de carga que favorece el desarrollo económico. Aunque el alcance es mucho mayor, comienza con esto.
Bajo el liderazgo visionario del Presidente Andrés Manuel López Obrador, este ambicioso proyecto conectará las costas del Pacífico y del Golfo de México, creando una ruta comercial que beneficie tanto al comercio nacional como al internacional. Como lo deja ver una nota reciente de El Financiero.
El ferrocarril interoceánico es la clave última para hacer de nuestro país una potencia del comercio mundial. Al proporcionar un medio más rápido y eficiente para el transporte de mercancías, se atraen inversiones extranjeras y se abren nuevos mercados para los productos mexicanos.
Esto no sólo favorece el crecimiento de la economía, sino que también crea oportunidades de empleo para miles de mexicanos, como de igual modo, una mejora en la calidad de vida de los habitantes del Istmo y su zona de influencia, con apoyos para la vivienda, de obra social y mejoramiento urbano.
El compromiso del Presidente López Obrador de dotar de infraestructura importante al país, ha sido evidente durante su sexenio; por lo que, al darle prioridad alta al proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, como de igual forma al Tren Maya, envía un importante mensaje a la comunidad internacional de que México se toma en serio la modernización de su red de transporte y se convierte en actor importante de la economía global.
Por otra parte, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se coloca de inmediato como una vía alterna o complementaria del Canal de Panamá, dado que presenta problemas por efecto del cambio climático y la variabilidad del agua: El Canal de Panamá depende de la lluvia para mantener los niveles de agua necesarios para la operación de sus esclusas, lo que afecta actualmente el tráfico de barcos.
Por otro lado, el ferrocarril interoceánico tendrá beneficios medioambientales de gran alcance. Al desplazar el transporte de mercancías de los camiones a los trenes, se espera una reducción de carga vehicular importante en las autopistas que disminuyan las emisiones de carbono. Esto se alinea perfectamente con la agenda verde del Presidente López Obrador, que hace hincapié en el desarrollo sostenible y la conservación de los recursos naturales (Sembrando Vida).
Asimismo, el arribo de una empresa danesa para la producción de hidrógeno verde en uno (Ixtepec, Oaxaca) de los 12 polos de desarrollo contemplados, confirma el interés que el Gobierno de México tiene también por el desarrollo de proyectos de energías limpias en el Istmo de Tehuantepec.
En conclusión, al adoptar este proyecto visionario, México está dando un paso valiente hacia un futuro que acelera el progreso, con altos beneficios para los sectores de Eléctrica y electrónica, Semiconductores, Automotriz, Dispositivos médicos, Farmacéutica, Agroindustria, Equipo de generación y distribución de energía eléctrica, Maquinaria y equipo, Tecnologías de la Información y la Comunicación, Metales y Petroquímica.