
“No voy a disculparme por pedir misericordia por los demás.” Estas fueron las palabras de la obispa Mariann Budde, quien, en su homilía en la Catedral de Washington, enfrentó al presidente Donald Trump con un conmovedor discurso.
Apelando a las creencias religiosas del presidente, Budde pidió misericordia “por quienes tienen miedo”, refiriéndose a los migrantes, a la comunidad LGBTQ+ y a las minorías en la población estadounidense. La reverenda, con calma, suplicó al mandatario por aquellos que podrían ser el blanco de sus políticas migratorias y restrictivas. Mientras tanto, con gesto de desagrado, el presidente y los miembros del Partido Republicano escucharon el ruego de la obispa.
La reverenda Budde es madre, abuela, historiadora y tiene a su cargo 86 congregaciones en Washington D.C. Es la primera mujer en enfrentar a Trump desde el púlpito. Con una voz apacible, subrayó la importancia de reconocer el trabajo de los migrantes y defender los derechos de las personas de la comunidad LGBTQ+.
Es bien sabido que el presidente de los Estados Unidos también tendrá una batalla contra las mujeres, quienes, valientes, enfrentan sus severas políticas migratorias y restrictivas. Entre ellas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha cuestionado abiertamente sus declaraciones y su actitud estridente hacia nuestro país.
Mujeres como Mariann Budde y Claudia Sheinbaum representan voces valientes que se alzan frente al poder, recordándonos que la lucha por la dignidad humana trasciende fronteras, credos y géneros. En un contexto donde el silencio puede interpretarse como complicidad, sus palabras resuenan como un llamado urgente a no ceder ante las políticas del miedo y la exclusión.