Revelan la presencia de exagentes de inteligencia israelí en redacciones estadounidenses: cuestionan la objetividad del periodismo

*La investigación del periodista Alan Macleod muestra que la red de espionaje de la Unidad 8200 opera en medios destacados como Axios y CNN, redactando las noticias de Estados Unidos

Xalapa, Ver., 18 de octubre de 2024.- En una investigación reciente de MintPress News, se revela una relación controversial que existe entre los medios de comunicación estadounidenses y los exagentes del servicio de inteligencia israelí: Unit 8200. Este equipo, conocido por sus operaciones de espionaje y ciberguerra, ha infiltrado diversas redacciones, planteando serias preocupaciones sobre la imparcialidad del periodismo en EE.UU.

¿Qué es la Unidad 8200?

Fundada en 1952, la Unidad 8200 ha sido reconocida como una de las instituciones más prestigiosas de Israel, pero su legado está manchado por acusaciones de violaciones a los derechos humanos y prácticas de vigilancia masiva. A partir de los ataques del 07 de octubre de 2023, esta unidad ha estado en el centro de diversas operaciones militares, incluyendo un ataque de gran escala en Líbano que resultó en miles de civiles heridos.

El artículo del periodista Alan Macleod descubre que los exagentes de esta unidad, como Barak Ravid, han accedido a posiciones influyentes en medios como Axios, donde han sido responsables de difundir narrativas que favorecen las acciones del gobierno israelí. Ravid, quien fue galardonado con el premio de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, ha sido criticado por presentar información que parece más un boletín de prensa del gobierno que un trabajo periodístico objetivo.

Manipulación a través de la narrativa mediática

El trabajo del periodista subraya cómo Ravid y otros exagentes han utilizado sus plataformas para blanquear la imagen del gobierno de Biden en relación con el conflicto israelí-palestino. En este tenor, se encuentra también Shachar Peled, quien «pasó tres años como oficial en la Unidad 8200, liderando un equipo de analistas en vigilancia, inteligencia y guerra cibernética. También se desempeñó como analista de tecnología para el servicio de inteligencia israelí, Shin Bet. En 2017, CNN la contrató como productora y escritora y pasó tres años montando segmentos para los programas de Fareed Zakaria y Christiane Amanpour. Más tarde, Google la contrató para convertirse en su especialista senior en medios», menciona Macleod.

A pesar de la creciente violencia y las críticas internacionales, estos periodistas han presentado a EE.UU. como un mediador imparcial, ignorando el contexto de décadas de ocupación y conflicto.

Sin embargo, la investigación de Macleod provocó que las redes sociales hayan estallado en respuesta a estas revelaciones, con muchos usuarios cuestionando la ética de permitir que espías israelíes dicten la narrativa mediática sobre un conflicto tan delicado. La falta de transparencia en la contratación de estos individuos ha dejado en entredicho la credibilidad de las organizaciones de noticias que los emplean.

Periodismo comprometido con Israel

La infiltración de exagentes de inteligencia en los medios plantea preguntas fundamentales sobre la independencia del periodismo. Si los periodistas que informan sobre conflictos internacionales son, de hecho, exespías de una de las partes involucradas: ¿Qué tan objetiva puede ser la cobertura?

La crítica a la falta de diversidad en las voces que cubren el conflicto israelí-palestino se intensifica, al tiempo que se cuestiona la ética de contratar a individuos con antecedentes de espionaje. La situación actual no sólo afecta la percepción pública de los medios, sino que también tiene repercusiones en la política exterior de EE.UU. y su papel en el Medio Oriente, concluye el autor.