*El mandatario sudamericano enfatizó la necesidad urgente de establecer un diálogo con el poder judicial para llevar adelante las transformaciones que su país requiere
Por: Daniel Tristán
Xalapa, Ver., 08 de octubre de 2024.- Durante la ceremonia de posesión de la magistrada del Consejo de Estado, Elizabeth Becerra Cornejo, realizada en la Casa de Nariño, sede del despacho presidencial, el presidente Gustavo Petro enfatizó este lunes la necesidad urgente de establecer un diálogo con el poder judicial para llevar adelante las transformaciones que Colombia requiere.
El mandatario colombiano hizo referencia al debilitamiento del poder judicial en el pasado: “Los magistrados se fueron y lo que vino fue el Cártel de la Toga, lo que vino fue cómo acabar los procesos de investigación sobre la gobernanza paramilitar porque ya tocaban los verdaderos hombres, que no mujeres, del poder”, señaló Petro.
Precisó que este fenómeno afectó a los políticos costeños, quienes, en su mayoría, fueron considerados “desechables” y manipulables por grupos de poder, interesados en crear leyes que favorecieran a “cárteles de la contratación y grupos privilegiados”.
Petro criticó la politización de la justicia en Colombia, y mencionó que, debido a esto, se han frenado o manipulado reformas claves en sectores como la salud, pensiones y tierras, áreas fundamentales para la justicia social: “Se silenció ese faro de poder judicial. Fue el Cártel de la Toga lo que siguió y fue la politización de la justicia”, afirmó.
En su intervención, el presidente también abordó el tema de la elección popular de jueces, destacando que es un debate que ha ganado relevancia en países de América Latina, como México: “A veces no se quiere escuchar el voto popular; es una discusión actual, permanente, México, no sé si equivocado o no, lo ha sentido tanto que ya lo propuso: la elección popular de jueces”, dijo Petro.
El mandatario subrayó la importancia de que las doctrinas jurídicas evolucionen junto con la sociedad, ya que, de lo contrario, corren el riesgo de entrar en conflicto con las demandas populares: “Las instituciones no son estáticas, igual que una ley puede cambiar, puede ser interpretada y puede fluir la doctrina porque si no fluye se estrella contra el pueblo y el pueblo lo va a demandar”, enfatizó.
Finalmente, el presidente concluyó recordando el principio fundamental de la soberanía popular: “Porque como ustedes lo han leído en sus libros y códigos la soberanía recae en el pueblo y en nadie más. Nosotros somos poderes constituidos y debemos saber y concentrarnos en eso, que hay unos límites que fuera de ello sólo lo tiene el pueblo. El pueblo es el soberano, eso gritó Bolívar. No puede quedarse como letra muerta”.