*Confrontación política amenaza legitimidad del proceso electoral de 2024 en México, según SinEmbargo.Mx
Xalapa, Ver., 21 de mayo de 2024.- En un escenario marcado por la desesperación y la anticipada derrota, la confrontación en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha alcanzado un punto álgido a tan sólo quince días de los comicios del domingo 02 de junio del 2024, según reporta Pedro Mellado para SinEmbargo.mx.
En este sentido, el enfrentamiento entre Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como «Alito», y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, apunta Mellado, refleja la cruda realidad de un escenario político marcado por la violencia verbal y las presiones para que decline su candidatura presidencial en favor de Xóchitl Gálvez Ruiz, respaldada por la coalición de derecha conformada por PAN, PRI y PRD.
Asimismo, el autor del artículo asegura que, a pesar de los intentos de la coalición de derecha por consolidar su posición, se vislumbra una situación de desventaja y posible derrota, incluso en el caso de que Álvarez Máynez cediera a las presiones. La oposición, en un acto de desesperación ante un resultado inevitable, podría recurrir a tácticas de descalificación y desprestigio del proceso electoral para restarle validez y legitimidad.
En este contexto, las recientes quejas de Xóchitl Gálvez Ruiz ante el Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral por presuntas interferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador en el proceso electoral, evidencian un clima enrarecido y lleno de tensiones. Se cuestiona la actuación de las instituciones encargadas de velar por la equidad en las contiendas electorales, generando preocupación por la transparencia y la legitimidad de los comicios; según Pedro Mellado.
De igual manera, el periodista precisa que la influencia de los intereses políticos en las decisiones del Tribunal Electoral se hace evidente, marcando un riesgo para la democracia mexicana y la estabilidad política del país. El funcionamiento de la Sala Superior del Tribunal, liderada por la Magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso, ha sido objeto de críticas y señalamientos, evidenciando divisiones internas y presiones externas que amenazan su imparcialidad.
Mellado concluye que la reunión privada entre la ministra presidenta de la Suprema Corte (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, y magistrados electorales, acompañados por figuras políticas como Alejandro Moreno Cárdenas y Santiago Creel Miranda, plantea interrogantes sobre la influencia de intereses partidistas en las decisiones del órgano jurisdiccional.