*El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ordenó el asalto el viernes; las impactantes imágenes muestran a agentes fuertemente armados escalando los muros exteriores del edificio
Xalapa, Ver., 08 de abril de 2024.- El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, añadió su voz a la condena internacional por la decisión de Ecuador de asaltar la embajada mexicana en Quito con el objetivo de arrestar al exvicepresidente Jorge Glas. El asalto ha generado una intensa indignación en América Latina, y diversos gobiernos de la región expresaron su repudio hacia la acción tomada por Ecuador.
Guterres manifestó su alarma por la entrada forzada de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en las instalaciones de la embajada mexicana y señaló que las violaciones a la integridad de las propiedades diplomáticas y consulares ponen en peligro el desarrollo de relaciones internacionales normales. Estas declaraciones fueron realizadas a través de su portavoz el domingo.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ordenó el asalto el viernes como parte de su «guerra contra el crimen», una iniciativa que generó controversia desde su inicio hace tres meses. Las impactantes imágenes del asalto policial muestran a agentes fuertemente armados escalando los muros exteriores del edificio, mientras un diplomático mexicano es derribado al suelo y Jorge Glas es llevado lejos del lugar.
La respuesta de la comunidad internacional no se hizo esperar. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lideró las críticas expresando su solidaridad con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador. El gobierno brasileño calificó la acción de Ecuador como una «violación clara» de la Convención Panamericana sobre Asilo Diplomático y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó la acción como una «infracción inaceptable» a la soberanía mexicana. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue aún más allá y calificó el asalto como un «acto fascista de barbarie nunca antes visto en América Latina». Por su parte, el gobierno de Nicaragua anunció que seguirá los pasos de México y romperá relaciones diplomáticas con Ecuador debido a este «acto sorprendente y despreciable».
Incluso desde la derecha latinoamericana hubo críticas, lo que demuestra el nivel de preocupación generado por la acción altamente inusual de Ecuador. El gobierno conservador del presidente argentino, Javier Milei, que recientemente colaboró con la «guerra contra el crimen» de Noboa al detener y expulsar a la familia de uno de los más notorios pandilleros de Ecuador, expresó su apoyo a las críticas regionales y exigió el «pleno cumplimiento» del derecho internacional.
Jorge Glas, quien fue vicepresidente de 2013 a principios de 2018, se refugiaba en la embajada mexicana desde diciembre pasado, después de solicitar asilo político alegando persecución política. El político de 54 años, que sirvió bajo el expresidente Rafael Correa, ha sido condenado por corrupción en dos ocasiones desde 2017 y sentenciado a seis y luego a ocho años de prisión.
El asalto a la embajada mexicana generó el debate sobre el respeto a la inviolabilidad de los recintos diplomáticos, establecida en el derecho internacional. Según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, las instalaciones de las misiones diplomáticas son «inviolables» y los agentes del Estado receptor no pueden ingresar a ellas sin el consentimiento del jefe de la misión.
La situación entre Ecuador y México sigue tensa, y la comunidad internacional espera que se encuentre una solución diplomática para resolver este conflicto. La condena por parte del Secretario General de la ONU y la respuesta de los gobiernos latinoamericanos reflejan la preocupación por el respeto a las normas internacionales y la preservación de la integridad de las embajadas y consulados en todo el mundo.