*Según un informe publicado en el medio Rutakritica, la DEA ha utilizado a delincuentes conocidos para llevar a cabo actividades de espionaje y desestabilización en los gobiernos de Venezuela, México y Bolivia
Xalapa, Ver., 26 de febrero de 2024.- Según un informe publicado en el medio Rutakritica y escrito por Ben Norton, se revela que la Agencia Antidroga estadounidense (DEA) ha utilizado a delincuentes conocidos para llevar a cabo actividades de espionaje y desestabilización en los gobiernos de Venezuela, México y Bolivia.
Diversos informes en los principales medios de comunicación han documentado estas acciones que involucran a la DEA en América Latina, enfocándose en el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En Venezuela, la DEA ha sido acusada de enviar agentes encubiertos para grabar secretamente y construir casos de narcotráfico contra los líderes del país. Una operación conocida como «Operación Tejón del Dinero» tuvo como objetivo atrapar a altos funcionarios venezolanos en escándalos de corrupción. Se ha revelado que la DEA colaboró con delincuentes, incluyendo narcotraficantes y blanqueadores de dinero, para llevar a cabo operaciones encubiertas contra políticos de izquierda.
En Bolivia, el presidente Evo Morales expulsó a la DEA en 2008, acusándola de espiar a su gobierno y colaborar con grupos violentos de la oposición de derechas. Aunque en ese momento los funcionarios estadounidenses negaron las acusaciones, en 2015 se reveló que agentes de la DEA habían estado espiando a Morales y al Gobierno boliviano como parte de una operación encubierta llamada «Operación Rey Desnudo». La DEA acusó falsamente a Morales de apoyar el narcotráfico debido a la legalización de la producción de coca en Bolivia.
En México, la DEA ha estado involucrada en actividades similares, buscando desestabilizar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque no se proporcionan detalles específicos en el informe, se destaca la colaboración de la DEA con delincuentes y su participación en operaciones encubiertas contra políticos de izquierda en el país.