Por: Camus
Hay cosas que no deben olvidarse; se dice muchas veces que la nula memoria histórica favorece la persistencia de quienes, amparados en el tiempo y el olvido, vuelven a buscar cargos de elección y puestos públicos para seguir así viviendo del presupuesto y aplicar las triquiñuelas que en algún momento les resultó en el pasado y que, frente a un nuevo ambiente abierto de impunidad y corrupción vuelven a hacer de las suyas sin que la justicia se les aplique, y peor aún, ha habido servidores públicos que pese a estar inhabilitados por ley durante un tiempo determinado con total cinismo vuelven a ocupar cargos de elección popular, como el ejemplo del exalcalde panista de Coatepec, Enrique Fernández Peredo quien, pese a haber estado inhabilitado por diez años para ocupar un cargo administrativo, contendió y ganó la alcaldía de aquel municipio a pocos años de haber sido acusado de corrupción en un puesto que ostentó dentro de la Secretaría Federal de Turismo.
No ha sido el único ejemplo, ejemplos hay muchos y muy variados, ejemplos que hablan de la debilidad de las instituciones durante el periodo del PRIAN que permitieron este tipo de situaciones y que determinaron el estado de cosas y que provocaron, debido a la total impunidad y perversión, que, incluso, grupos violentos lastimaran la convivencia democrática que hemos construido y cuyo proceso nos ha costado mucho a través de la historia haciéndonos ver que la peor cara de la impunidad y la corrupción ha sido precisamente la violencia, y lo peor, como el caso de la administración duartista, la violencia gubernamental sistemática y desmedida.
Como todo en la historia, cada acontecimiento político y social que vivimos en la actualidad proviene como efecto de una urdimbre y trama de circunstancias en el pasado, muchas de éstas han sido evidentes, notorias, y sus efectos relativamente han podido calcularse y otras que subrepticiamente se han presentado y han determinado, de manera imperante, una tendencia negativa dentro de la administración pública y en este caso sus efectos han sido incontrolables e inesperados; la razón de esto podría ser aquello que Daniel Cosío Villegas llamó “El estilo personal de gobernar” y que se refiere a que, en muchas ocasiones, por no querer generalizar, los cargos públicos que tal o cual funcionario han tenido, se han desplazado por la asunción de un poder personal ilimitado, no institucional ya, y que ha conferido a quien lo ostenta la condición de ser un gobernante absoluto frente al cual no existen ni leyes ni reglas, y que si éstas contravienen sus intereses podría cambiarlas o anularlas. El hombre por encima de las leyes.
Tal es el caso de Miguel Alemán Velasco, en uno de los últimos actos de corrupción que realizó justo sesenta días antes de dejar la gubernatura del Estado: el contrato de un empréstito por la cantidad de 3 mil 500 millones de pesos, dinero que, de acuerdo a fuentes, se gastó en poco más de veinte días y cuya documentación, que según testigos involucraban a quienes participaron en ese acto aberrante e ilegal, se encontraba bien resguardado, por si las moscas, en una caja fuerte de un banco en el Estado de California, en Estados Unidos.
El 01 de octubre del 2004, en una sesión extraordinaria y acalorada en la Cámara de Diputados local se aprobó en fas track una reforma a la Ley de Ingresos y un préstamo solicitado por el gobierno de Miguel Alemán de 3 mil 500 millones de pesos con el objetivo de, según los alemanistas, poder concluir diversas inversiones públicas productivas y dejar al Estado con las finanzas saneadas, no olvidemos que ese préstamo se solicitó sesenta días antes de concluir su administración.
Se adujó además que la Secretaría de Educación Pública (SEP) le debía a la Secretaría de Educación y Cultura de Veracruz, cerca de 5 mil millones de pesos y que una vez que esa cantidad fuera destinada por parte del Gobierno Federal a las arcas del Estado, parte de ese dinero se integraría dentro de la deuda, además de que ese empréstito sería pagado antes de que la administración de Miguel Alemán concluyera.
La ley de Ingresos del Estado de Veracruz establecía en aquel entonces en su artículo 10 (825) que, con relación a empréstitos o préstamos se autorizaba al gobernador un adeudamiento hasta por un monto equivalente al 5 por ciento del total de los ingresos ordinarios que se obtuvieron del ejercicio fiscal de ese año (2004), esto para ser destinado a obras públicas y que la cantidad por ningún motivo tenía que rebasar ese 5 por ciento señalado debiéndose liquidar esa deuda antes de concluir el periodo constitucional del gobernador solicitante.
Con relación a esto, cabe destacar que para el Estado de Veracruz, el Ejercicio Fiscal del 2004 fue por un monto de 38 mil 078 millones 725 mil 44 pesos, lo que, de acuerdo al empréstito solicitado por el Gobierno de Miguel Alemán, éste representaba el 9.19 por ciento de esa cantidad, por esta razón Miguel Alemán solicitó al Congreso Local la modificación al artículo 10 de la Ley de Ingresos para aumentar el porcentaje del monto solicitado y para extender la liquidación de este préstamo más allá de su mandato, sin importar que éste comprometía las participaciones federales que el Gobierno del Estado recibiría del Gobierno Federal destinado a diversos programas, ramos o aportaciones de apoyo de impacto social y lo peor es que esta modificación se aplicó de manera ilegal pues el préstamo se solicitó y se otorgó antes de que la modificación al artículo 10 de la Ley de Ingresos se promulgara y se publicara en el Diario Oficial del Estado, antes de entrar en vigor.
Pese a que tenía que ser la Secretaría de Finanzas del Estado de Veracruz la institución gubernamental que administrara este empréstito, luego de que BANOBRAS destinara los recursos (se suponía que este dinero sería aplicado en inversiones públicas productivas, con el objetivo de dejar sanas las finanzas del Estado) el Gobierno de Miguel Alemán creó un “fideicomiso” de administración y para el supuesto pago de este préstamo.
Total que, de acuerdo a una entrevista realizada a Fidel Herrera Beltrán dos años después por un medio local, éste declaró que cuando recibió el Estado para administrarlo este se hallaba en situación económicamente deplorable, con un endeudamiento desmedido y sin recursos. ¿En qué momento Miguel Alemán saneó las finanzas de acuerdo a uno de los argumentos que usó para solicitar el préstamo?, por otra parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público negó el adeudo de 5 mil millones de pesos que supuestamente la SEP tenía con el Gobierno del Estado de Veracruz, por esta razón el gobierno de Miguel Alemán promovió una Controversia Constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) diera un fallo definitivo con la posibilidad de favorecer al Estado de Veracruz y que el Gobierno Federal entregara los recursos demandados así como los intereses generados en ese periodo por la cantidad antes señalada; la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió fallo negativo días antes de que el préstamo hubiera sido dado al Gobierno del Estado, ¡La SEP no le debía nada al Estado de Veracruz!
Es evidente que el gobierno alemanista se condujo con dolo y total arbitrariedad pues a través de engaños obtuvo el préstamo que para nada fue aplicado en programas de desarrollo social, ahí estaban después la mayor parte de carreteras en el Estado en pésimas condiciones, nulos servicios sociales y falta de proyectos productivos e infraestructura (fue la época en la cual aumentó el número de migrantes veracruzanos a Estados Unidos) y sí dejó al Estado endeudado y poniendo en garantía para aquel crédito, los ingresos ordinarios provenientes de los ejercicios fiscales posteriores; Miguel Alemán Velasco manipuló y ejerció poder absoluto como gobernante; imponiendo su voluntad en los demás poderes republicanos, e incluso dentro de su partido imponiendo a Adolfo Mota Hernández como Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, violando los estatutos internos de ese organismo político dado que en aquel entonces, ese novato político había sido recomendado por José Ezequiel Iturriaga Sauco, el asesor de presidentes de la República y amigo cercano de Miguel Alemán y debido a que Adolfo Mota era un personaje completamente manipulable, esto provocó el descontento y la disidencia de integrantes del PRI quienes conformaron un movimiento alterno y crítico al interior de ese partido llamada Vía Veracruzana el cual fue encabezado por Felipe Amadeo Flores Espinoza.
Es curioso señalar que en una entrevista realizada por la periodista Katia D´Artigues a Miguel Alemán Velasco, meses antes de que este contendiera por la gubernatura del Estado de Veracruz, declaró que se encontraba prácticamente en bancarrota. Después de concluir su periodo como gobernador, Miguel Alemán Velasco se convirtió en uno de los hombres más ricos del país, incursionando y fundando una nueva línea aérea llama Interjet la cual vio su origen un año después de que Miguel Alemán Velasco dejó la gubernatura, en el 2005 y que en el 2020 fue declarada oficialmente en bancarrota.