*130 civiles y soldados israelíes han sido capturados como rehenes de Hamás
*Irán podría estar detrás de esta incursión violenta en suelo israelí
Xalapa, Ver., 09 de octubre de 2023.- “Esta será una batalla larga y difícil”, así lo advirtió el Estado de Israel luego de que sus Fuerzas de Defensa dieran a conocer la cifra de 700 ciudadanos israelíes muertos por el movimiento extremista islámico Hamás, después de la incursión sorpresiva y violenta que iniciara el pasado sábado donde a través de túneles ingresó a suelo israelí matando de manera indiscriminada a ciudadanos que se encontraban a su paso.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu dijo a sus conciudadanos que deberán prepararse para una guerra larga y difícil y ordenó al ejército a evacuar de manera inmediata a los habitantes de las zonas cercanas a la Franja de Gaza debido a que “El enemigo aún está en el terreno”, según lo declaró un portavoz del ejército israelí, posterior al ataque a gran escala, por tierra, mar y aire que Hamás lanzó este sábado donde también resultaron 2 mil 150 ciudadanos israelíes heridos.
Mientras tanto, por el lado de Gaza, los bombardeos a través de misiles que realizó Israel como represalia dejaron al menos 413 muertos, de los cuales 78 eran niños y 41 mujeres, así como 2 mil 300 heridos, según lo informó el Ministerio de Salud en Palestina.
A través de un informe militar, el Gobierno de Israel dio a conocer que el grupo extremista de Hamás logró capturar como rehenes a mil dos personas, de quienes se desconoce su paradero y en este sentido se desplegaron decenas de miles de militares con la misión de localizarlos para liberarlos y “matar a cada terrorista presente en su territorio”, por su parte Hamás dio a conocer que sólo tenía en su poder a 130 civiles y soldados como rehenes.
Ante esto, el Gobierno de Estados Unidos declaró que fueron varios los ciudadanos norteamericanos que fueron asesinados después de la agresión a gran escala que hiciera el grupo extremista islámico Hamás: “Podemos confirmar la muerte de varios ciudadanos norteamericanos”, declaró un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos.
Mientras tanto, el grupo extremista islámico de Hamás señaló que atacó el principal aeropuerto de Israel en Lod, a su vez, el Grupo Yihad Islámica de Palestina, aliado de Hamás, anunció que lanzó varios misiles contra la ciudad más poblada de Israel: Tel Aviv, cercana al aeropuerto.
Frente a esto, The Wall Street Journal declaró, con base en supuestas fuentes de Hamás y Hezbolá, milicia radical presente en la zona del Líbano, que elementos de la Guardia Revolucionaria de Irán participaron de manera activa, desde el mes de agosto, en la planeación de esta ofensiva realizada por lo menos, por tres grupos terroristas, e incluso dando “luz verde” para el inicio de ésta; e indicaron que los detalles se habrían afinado en la ciudad de Beirut donde asistieron oficiales militares iraníes, miembros de Hezbolá y Hamás, días antes del ataque.
Casualmente el líder supremo de Irán, Ali Khamenei publicó en redes sociales, antes del ataque en suelo israelí de Hamás: “el régimen sionista es un cáncer que está a punto de ser exterminado por el pueblo palestino”, sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos declaró que no existen pruebas de lo declarado por The Wall Street Journal.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó a una reunión especial para abordar la guerra que hizo oficial el Gabinete de Seguridad de Israel contra Hamás y a falta de una condena unánime contra este grupo extremista por estos hechos, los presentes señalaron la prioridad de garantizar la seguridad e integridad de los civiles tanto de Israel como de Palestina. Aquí, Riad Mansur, el embajador palestino ante la ONU instó a Israel a parar la violencia en Gaza y pidió abordar el conflicto “desde las raíces”: “Israel no puede desplegar una guerra a escala completa en una nación, su gente, su tierra y sus templos, y esperar la paz: tiene que abordar la raíz del conflicto”, indicó.
Por su parte, el embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, calificó los ataques de Hamás contra Israel de “invasión” e indicó: “no solo sobre los civiles en el área inmediata, sino en la región: este conflicto podría crecer y no queremos que eso ocurra”. Pese a que el Estado de Israel exigió una condena unánime, de los miembros presentes en el Consejo de Seguridad, no hubo una declaración conjunta, en una muestra de la división que hay sobre el tema.