*No nos dejemos confundir por el miedo, hay otra forma de salir adelante.
*Ojalá me equivoque, pero Bukele puede ser el futuro Fujimori de Centroamérica, opinó.
Por: Circuito Presidentes
“Creo que el 80 % por ciento de las entrevistas que tengo, sobre todo, con los medios latinoamericanos, preguntan ineludiblemente sobre Bukele”, expresó Rafael Correa, expresidente de Ecuador, desde Bruselas, Bélgica, país donde radica desde hace un tiempo.
El exmandatario es consultado con frecuencia por la prensa latinoamericana y española. Y las opiniones que vierte sobre la realidad política del continente más desigual del planeta, son valoradas siempre por analistas políticos y economistas.
Para Correa, el gobierno de El Salvador tiene excesos de violación a los derechos humanos que deben controlarse. Se sabe que, por cada 100 mil habitantes, cuenta con la segunda mayor población reclusa del mundo, sólo por debajo de Estados Unidos. Sin embargo, el país norteamericano tiene más de 300 millones de habitantes, mientras que la nación centroamericana apenas rebasa los 6 millones.
“Creo que, a grandes males, grandes soluciones, el problema de la inseguridad en el Salvador era insoportable, pero hay límites éticos universales, y esos límites se llaman los Derechos Humanos”, indica Correa.
Asimismo, afirma que la seguridad pública es un tema de estrategia integral que empieza con el desarrollo humano: disminución de la pobreza, reducción de la desigualdad y acceso a los servicios de educación y salud; institucionalidad, tecnología, policía comunitaria; como también, el acceso a la propiedad: “Cuando la gente tiene algo que perder, ya cuida sus cosas y no se dedica a la violencia”, destaca.
En especial, a Correa se le cuestiona sobre la situación política y económica de los países donde gobierna la izquierda latinoamericana. Virales han sido por las redes sus intercambios de palabras con Ana Pastor, Jorge Ramos, Fernando del Rincón y Jordi Évole. No obstante, cuando Correa habla, la inteligencia escucha.
A Correa le cae bien Bukele y le expresa su solidaridad, pues piensa que actúa con buena intención, aunque encuentra un paralelismo entre la presidencia de Nayib y la de Alberto Fujimori, expresidente de Perú.
“Ojalá me equivoque, pero Bukele puede ser el futuro Fujimori de Centroamérica […], lo están utilizando porque ahorita hay un gran mal, la inseguridad. Esa es la jugada. Y mientras sea útil lo van a seguir apoyando, luego lo votarán”.
Correa recuerda el combate de Fujimori, en la década de los 90, contra el terrorismo de Sendero Luminoso y proyecta así la comparación. Hubo paz en Perú y además se terminó con la hiperinflación que arruinaba al país peruano. Sin embargo, tales logros, se dieron sobre la base de violaciones a los derechos humanos y a la constitución. Cuando Fujimori “cumplió su tarea, la propia Derecha lo traicionó”.
“Lamentablemente, la Derecha es especialista en esto, normalmente crean los problemas […], infunden miedo y frente al miedo venden soluciones mágicas y soluciones que vienen de ellos: meter preso a todo el mundo, porte de armas, sálvense quien pueda, etc”.
Rafael Correa mantiene un activismo político desde que abandonara su país, por persecución política, durante el gobierno de su sucesor, Lenin Moreno (2017-2021). El gobierno actual de Guillermo Lasso tampoco ha dejado de hostigarlo. A Moreno, Correa lo considera un psicópata y un traidor a la Revolución Ciudadana; mientras que Lasso, le parece un presidente incompetente que permitió la vuelta de la inseguridad a su país.
Pero tiene motivos para que se le crea. Al término de su mandato presidencial, Correa dejó a Ecuador como el segundo país más seguro de América Latina. Razón por la cual, afirma que ante una crisis de seguridad: “No nos dejemos confundir por el miedo, hay otra forma de salir adelante, como lo demostró Ecuador del 2007 al 2017 […]. Y la democracia puede funcionar porque todo eso lo hicimos en Democracia”.